Blanca Paloma queda en la decimoséptima posición en la gran final de Eurovision 2023
Blanca Paloma queda en la decimoséptima posición en la gran final de Eurovision 2023
Emocionante, íntima, segura, con garra, con fuerza, impecable… y pellizcando los corazones del público de Liverpool. Así ha sido la actuación de Blanca Paloma en la 67ª edición del Festival de Eurovisión. La representante de España en el certamen europeo de la canción ha terminado en decimoséptima posición con un total de 100 votos: 95 de los jurados profesionales y 5 de la audiencia. Este año, además, por primera vez las votaciones se han abierto para todo el mundo contando un 1% del televoto.
La victoria la ha logrado Suecia, con Loreen, que se ha llevado la puntuación máxima de los jurados de 14 países y un total de 583 puntos. La nórdica ha hecho historia al convertirse en la primera mujer en ganar dos veces el Festival. Tan solo Johnny Logan, representante de Irlanda en 1980 y en 1987, había logrado esta hazaña. Loreen también ha conseguido otro hito, que un país bata el récord de victorias en Eurovisión. Gracias a su tema ‘Tattoo’, le ha dado la séptima victoria a Suecia y empata así con Irlanda. Ha superado a Cornelia Jakobs que en Eurovisión 2022 quedó cuarta con 438 puntos. El podio lo han completado Finlandia en segunda posición con ‘Cha cha cha’ y el ‘Unicorn’ de Israel en el tercer puesto.
A pesar de no ser el resultado esperado, Blanca Paloma ha hecho sentir orgullosa a España. Se ha mostrado segura en el escenario y ha realizado una actuación perfecta, tanto vocal como técnicamente. España ha recibido el voto de los jurados de 21 países: Letonia, Países Bajos, San Marino, Azerbaiyán, Bélgica, Moldavia, Alemania, Portugal, Croacia, Estonia, Armenia, Islandia, Serbia, Chipre, Noruega, Suiza, Australia, Chequia, Eslovenia, Albania y Reino Unido.
“Sabíamos que era arriesgado y yo estaba preparada para todo”
En un encuentro con la prensa tras la final, donde ha vuelto a ser ovacionada, la ilicitana ha asegurado que, pese al resultado, su paso por Eurovisión ha merecido la pena. “Estoy orgullosa de haber traído hasta aquí esta canción; una candidatura de raíz en la que hay mucha verdad y a la que le he puesto todo mi corazón. Si hubiera quedado en esta posición haciéndolo mal, me hubiese ido fatal a mi casa”, ha sentenciado.
Sobre lo más positivo de la experiencia, Blanca Paloma se lleva “las tablas que he ganado porque he salido al escenario como si fuese mi casa”. También ha analizado el por qué, en su opinión, del resultado. “Creo que el lugar al que transportamos a la gente con ‘Eaea’ es muy íntimo y quizá el Festival no está tan preparado para esa intimidad”, ha dicho. “Yo sí estaba preparada para que esto pudiese pasar porque sabíamos que era arriesgado. La semilla de una propuesta de raíz ya está plantada y esto es prueba de que es un camino que hay que seguir trabajando. Tenemos que seguir exportando esta música”, ha afirmado.
Con su nuevo single, ‘Plumas de nácar’, recién estrenado, ahora se plantea un futuro prometedor para Blanca Paloma: “voy a seguir trabajando como una loca, voy a sacar mi disco y espero hacer conciertos por todo el mundo”.
Una actuación que ha enmudecido al público.
Se ha hecho el silencio cuando Blanca Paloma y sus bailarinas y palmeras, Paula Valbuena, Paloma Scharfhausen, Angélica Moyano, Desiré Paredes y Saray Frutos, han entrado al escenario pisando con fuerza y máxima concentración. Desde ese primer momento se ha creado una energía especial, un ambiente de trance con las luces apagadas y Blanca Paloma dentro de la estructura circular que representa el abrazo de su abuela Carmen con el mantoncillo de flecos. Con un ‘ayeo’ flamenco, Blanca Paloma ha empezado su actuación envolviendo al público en el rito que crea junto a sus mujeres. El objetivo era invocar a sus ancestras durante los tres minutos que ha durado la actuación.
La iluminación ha tenido un protagonismo indiscutible especialmente cuando Blanca Paloma ha entonado la frase “mi niño, cuando me muera que me entierren en la luna y que toas’ las noches te vea, toas’ las noches menos una”. En un extremo del escenario, cercana al público y recibiendo todo su calor y sus miradas, la artista se ha agachado tendiendo una mano que ha quedado iluminada por un único haz de luz. Poco a poco se ha ido levantando siguiendo la cámara con la mirada. Una mirada llena de pasión y de garra. Justo después, empoderada, ha lanzado una flecha que ha iluminado todo el escenario para dar paso a la parte final del trance. Ha lanzado, ha dicho Blanca Paloma, una flecha de amor a los corazones de todo el mundo.
Sobre una plataforma elevada y rodeada de sus mujeres, una espectacular Blanca Paloma terminaba la actuación con una nota desgarradora mientras levantaba la mano hasta conseguir apagar la luz del M&S Bank Arena de Liverpool. Este final, diferente al de Benidorm Fest, ha sido la última gran sorpresa del equipo técnico. Una puesta arriesgada pero efectiva que ha demostrado, una vez más, las grandes capacidades vocales de la representante española.
Antes de subirse al escenario, la artista ha agradecido a sus seguidores, sus “pichones”, el apoyo recibido desde que ganó el Benidorm Fest. Un camino en el que le ha acompañado su familia, muy importante para ella y que tampoco ha querido perderse este día tan importante. Sus padres, su hermano y gran parte de sus seres queridos han acudido a la puerta de su hotel para desearle suerte antes de partir hasta el estadio.
España dará la bienvenida a Blanca Paloma el domingo 15 de mayo para agradecerle su trabajo y su dedicación por representar a España en Eurovisión con tanta calidad. Actuará en la Plaza Mayor de Madrid con motivo de las fiestas de San Isidro que organiza el ayuntamiento de la capital. Será la mejor forma de poner el broche de oro a este viaje que comenzó el pasado 4 de febrero cuando ganó el micrófono de bronce en el Benidorm Fest.
Fuente: RTVE
Imágenes: EBU / eurovision.tv
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Redactor: Pedro Palomo @pedropalomobcn Instagram @pedrobcn